Las redes sociales pueden
considerarse un entramado de personas que están vinculadas entre sí por un interés
en común.
Esas redes sociales pueden ser
creadas espontáneamente o de forma intencional, considerando que el fin en
común será más exitoso con el aporte de cada una de las individualidades.
Cabe destacar que las redes
sociales tal cual se las conoce hoy día, no son más que una forma visible de lo
que ya existía desde los albores de la humanidad.
La primera red social donde el
individuo desarrolla la principal parte de identidad es la familia, una red
espontánea que une a sus integrantes por un vínculo de parentesco muy estrecho
y en la cual cada uno de sus “nodos” aporta a la caracterización de esa red y
por lo cual será totalmente diferente de cualquier otra familia. De esta forma
la familia, se conecta con otras familias por una relación recíproca, y así
sucesivamente se va construyendo el tejido de nuestra sociedad.
El individuo que se relacionó
primeramente con su familia ahora pasa a formar parte de otras redes, sin dejar
de pertenecer a la primera. Los amigos, el trabajo, el equipo de futbol y
muchas otras pueden ser las “aristas” que lo unan a nuevos “nodos”. Cada persona está vinculada
directamente a otra a través de un lazo en común, pero a su vez está vinculada
indirectamente a todas las personas que se relacionan directamente con su vínculo
directo. De esta forma, podemos llegar a contactarnos con cualquier persona en
el mundo solo con seguir los vínculos directos de cada “nodo” en la red. Esta explicación
la da claramente la llamada “hipótesis de los seis grados de separación”.
Hoy día, las redes sociales se
han explicitado o hecho visibles mediante herramientas tecnológicas como los
son Facebook y Twitter, pero no debemos olvidar que si bien se han exaltado
ahora, las redes sociales humanas estuvieron y están implícitas en nosotros
desde nuestro nacimiento. Cabe destacar la utilización de la palabra “herramienta”
para referirnos a Facebook y Twitter, ya que éstos únicamente tienen la función
de ampliar las conexiones entre personas pero la red sigue siendo humana y
existiendo a priori, solo que ahora la
“arista” es visible. Según lo define Diego Leal estas herramientas son plataformas de redes sociales y no una
red social en sí misma.
En estas plataformas de redes
sociales la cantidad de “nodos” generalmente no equivale a la calidad en la
interacción. Este dato se hace muy visible en las plataformas de adolescentes
donde la cantidad de “amigos” excede la capacidad de interacción estable del
ser humano (Número
de Dunbar) y se termina convirtiendo en una red sin sentido o falsa.
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